El camino hacia la libertad financiera está pavimentado con el conocimiento y la comprensión de cómo funciona el dinero. La educación financiera no es simplemente una frase de moda, sino una escalera de múltiples peldaños que cualquiera puede ascender.

¿Pero cuáles son esos peldaños? Hoy vamos a desglosar los niveles, aclarando las etapas de educación financiera y cómo puedes pasar de estar atado al ciclo de nómina en nómina a tomar decisiones financieras que multiplicarán tu riqueza.
Nivel 0: Ignorantes Financieros
Quien no tiene nada para invertir, vive a una nómina de la indigencia y gasta por encima de sus posibilidades. Desafortunadamente, una gran parte de la población. Saben que deberían ahorrar e invertir, pero sus malas decisiones financieras se lo impiden.
La forma de salir de este nivel es iniciar el viaje hacia la educación financiera para jóvenes y principiantes entendiendo que el dinero no es solo para gastar, sino también para generar más dinero. Este es el primer paso, y a menudo, el más crucial. Hay que empezar por educarse básicamente a cómo presupuestar, la importancia de ahorrar y las bases del crédito.

Nivel 1: Los Ahorradores, Guardar No es Suficiente
Dentro de este nivel encontramos a quien ahorra un poquito, a veces en una cuenta remunerada que genera pequeños ingresos. Es un gran paso en relación al nivel 0, pero teniendo en cuenta una inflación media del 3%, en este nivel estamos únicamente jugando a perder lo mínimo en lugar de ir a ganar.
Ahorrar es fundamental, pero la educación financiera no se detiene allí. Pasar al siguiente nivel implica comprender que una cuenta de ahorros por sí sola no te protegerá de la inflación. De aquí surge la necesidad de la educación financiera para invertir.
Nivel 2: Invertir, más allá del Ahorro

En este nivel generalmente encontramos gente con estudios superiores o buenos ingresos, pero con la excusa recurrente de creer estar demasiado ocupados para invertir. En este grupo se suele confiar en los planes de pensiones o los fondos basura que ofrece el del banco. Son inversores con retornos mínimos, completamente expuestos a crisis pese a su poder económico.
Aquí ya se va se poniendo interesante. La educación financiera necesaria en este punto para pasar de nivel debe abordar cómo estudiar y elegir inversiones inteligentes. Se trata de pasar del ahorro a la inversión, buscando vehículos financieros eficientes que superen la inflación y aumenten el patrimonio.
Nivel 3: Tomar las Riendas
En esta etapa encontramos normalmente pequeños inversores hechos a si mismos. Poseen un buen nivel de educación financiera, entienden el interés compuesto y buscan formas de hacer que el dinero trabaje para ellos. Si estás en este nivel, tienes muchísimo ganado. Estos inversores operan de forma autónoma: entienden, ejecutan y resuelven sus propios problemas de acciones, propiedades o bonos.
Una vez dominadas las inversiones básicas, es el momento de profundizar. A este nivel entendemos y manejamos nuestra cartera de inversiones, conocemos las diferentes clases de activos y sabemos de la importancia de diversificar. En este momento tenemos el camino a la libertad financiera o FIRE encaminado si no conseguido.
Nivel 4: La Cima del Éxito Capitalista
Este es el nivel de los magnates financieros. Aquellos que han escalado todos los niveles de la educación financiera y ahora tienen la capacidad de usar el dinero de otros para incrementar su propia riqueza. No todos llegarán a este nivel, pero todos pueden aspirar a él.
Aquí encontramos a las personas más ricas del mundo. Controlan las empresas bancos e instituciones donde la mayoría de la población gasta su dinero. Personas que están apalancadas de forma segura con el dinero, trabajo o estrategias ajenas, pero recibiendo frutos de éstos.

La educación online ha facilitado el acceso al conocimiento que antes estaba reservado para unos pocos. Hoy en día, educación financiera para todos es una realidad posible. Con recursos en línea, cualquier persona puede empezar su viaje y escalar estos niveles.
Conclusión
Como principiante, la educación financiera puede parecer abrumadora al principio, pero al igual que cualquier otra habilidad, con el estudio y la práctica se vuelve más accesible. No subestimes el poder del interés compuesto. Es preferible ir poco a poco, que intentar hacerse rico de la noche a la mañana. Esto sólo generará decepción y frustración que terminará alejándote de tus objetivos. Cada pequeña aportación y cada lección de inversores puede acercarte un paso más a la libertad financiera.

Concluyendo, todo sobre educación financiera gira en torno a tomar el control de tu futuro económico. Ya sea que estés comenzando con educación financiera básica o buscando profundizar tus conocimientos para invertir y expandir tus horizontes financieros, el camino está abierto para todos aquellos dispuestos a aprender y aplicar esos conocimientos.
El dinero y la educación en este respecto son compañeros de baile en la pista hacia la estabilidad y la prosperidad económica. Así que, ¿estás listo para empezar a bailar?